M.A.D. Un socio fundador...

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Siempre en movimiento, siempre cuestionando...

jueves, agosto 24, 2006

Stressman# 4

Aranulfo T. LaMal, un semi-autómata del sector 3-B de una megacompañía de comunicación, estaba revisando su lista de eficiencia. Estaba contento porque estaba seguro de que esta vez sí sería elegido a recibir el “Hueso de Oro” que todo empleado aspira a conseguir. Es la excelencia al servicio, sacrificio a la empresa, y trabajos largos y sin remuneración de horas extra.(Lo que Aranulfo no sabía es que generalmente el hueso de oro se lo dan a elepleado que merece mayor sobretiempo al mes, y al firmar la confirmación de “recibir” el premio, lo que realmente está en el documento con letras a -2 de tamaño es que se exime a la empresa la responsabilidad de pagar dichas horas extras del mes. Irónico, no?).

Es que en estas horas lagras, Aranulfo se había convertido en un autómata eficiente. Había revisado los ya acostumbrados 300 memos de la mañana en menos tiempo del normal, y es que estaba decidido a ganar el hueso de oro a como dé lugar.

Aranulfo Tar... ejem, T. LaMal estaba revisando los memos sobrantes del día de mañana, hasta que leyó un memo. No lo podía creer. Era un memo de atraso por 11 minutos en el ingreso a la empresa, y se le descontaba el correspondiente 91% de su salario. Pero el memo estaba firmado y fechado para mañana!! Cómo era posible? Ninguna empresa hab...? Aunque ese extraño aparato que estaba sobre él y sobre todo empleado, tal vez era una especie de lector mental. Sería así? Cómo saberlo?

Y qué había de hacer el pobre Aranulfo, sino esperar a que el día de mañana se presente tarde, como ya lo estaba pensando y había recibido un memo por ello, y de esta manera ya había arruinado su candidatura al hueso de oro? NO! No podía ser así.

Por lo que entonces pasó a la salida de su trabajo, y afortunadamente a las 3:00am sí había una farmacia en la que pudo cambiar la pila de su reloj, y lo adelantó de manera que así se podría levantar más temprano que de costumbre. Y se fue a dormir, estresadamente ya que estaba con la tensión de levantarse temprano para ir al trabajo y que no se justifique ese memo infame.

Se levantó cuando todavía no amanecía, no por la alarma de su reloj le gritara al oído, sino que no pudo dormir. Se dirigió a su puesto de trabajo, y allí frente a las puertas cerradas de el ingreso a la compañia se sentó a esperar. Y esperó... y esperó... y esperó...

Abrió los ojos, y con horror se dió cuenta de que se había quedado dormido! Estaba ya atrasado, y al pie de la entrada... junto con unos $3.50 en monedas pequeñas que habían sido arrojadas por personas que pasaban y lo veían dormido. Por lo menos ya le alcanzaba para un Combo más tarde, y no aquella pasta que en el comedor del trabajo le llamaban “puré”, pero nunca especificaban de qué. Creo que hay cosas que es mejor no saber...

En fin, la cuestión es que Aranulfo estaba atrasado con bastante tiempo. Con el cabello encrispado, la corbata suelta, los dos botones de su camisa arrancados y sus ojos enrojecidos, Aranulfo T. LaMal se había convertido en StressMan! Se levantó e hizo las cosas menos inteligentes que se le podrían haber ocurrido.

Corrió hacia el interior del lugar, y agarró un bate que apareció mágicamente en una esquina, gracias a las libertades que se está tomando quien escribe, y se dirigió con él hacia la máquina que marca el tiempo de ingreso. Allí, sin que nadie lo note, se dispuso a dar un batazo de gracia a aquel aparato. Pero no lo hizo, ya que había algunas personas que estaban por allí. Incluso se preguntaban qué demonios hace alguien aquí con un bate de béisbol? Por lo que lo volvióa dejar en su esquina.

Entonces hizo lo más inteligente que se le ocurrió: en una ranura, insertó una moneda para lograr un cortocircuito y dañar la máquina. Y se sorprendió sobremanera cuando en la pantalla apareció el mensaje “No acepto sobornos de menos de 50 dólares”.


Enconces, con el dolor de su alma sacó su único billete de 50 dólares que su abuelo le dió el día del matrimonio de su primo , y recordó sus palabras: “Nieto estúpido... si algún día te topas con una máquina Raz, que marca el ingreso, necesitarás este billete. Jejeje). Extrañas palabras que le digan en una fiesta, pero así fue. Y ahora sacó su billete de 50 dólares y lo ingresó en la ranura. Después de un momento de pensar la máquina le presentó el siguiente mensaje:

“Sólo 50?” Con el cabello encrispado, la corbata suelta, los dos botones de su camisa arrancados y sus ojos enrojecidos, Aranulfo T. LaMal se había convertido en StressMan nuevamente, y ahora sí le cayó a batazo limpio a aquella máquina, la cual se hacía añicos. En el momento en el que su furia estaba tranquilizándose, apareció un memo (ni siquiera vio a la persona que lo entregó) en el que le descontaban el 200% por la destrucción del aparato + los 3.50 que había ganado porque no se permitía el lucro fuera de la empresa...

Pero qué pasará mañana cuando todo el mundo reciba memorandum de atraso, porque ya la máquina no existe? Qué pasará con el Corn Flakes de azucar si le quitan su azúcar? Se llamara Sin Flakes? Por qué el ascensor sube, y no baja más rápido que cuando está subiendo sin parar de bajar hasta que al subir uno no se da cuenta de que está bajando hasta llegar a donde uno quería subir sin bajar? Alguien enserio habrá comprendido lo que quise decir en la oración anterior? Estas y otras interrogantes en la próxima cápsula de StressMan!

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